miércoles, 11 de junio de 2008

Que vienen los arrendadores!!!


Esto de aquí arriba me trajo por el camino de la amargura ayer por la tarde.

Resulta que en uno de los dos pisos que tengo alquilados hasta que el primero se alquile, existía como parte del inventario un banco (no el de la foto) que actúaba como una suerte de mobiliario para una suerte de terraza que tenía el piso. En realidad era más bien una mezcla de podredumbre y barniz saltarín que se conjuraba en forma de antiguo asiento múltiple, aguantando una de las paredes del patio interior sin vistas típico de unos bajos.

Hay cosas en la vida que hacen ilusión. Una de ellas (a nivel personal) es el bricolaje. Con ilusión, afrontamos la reparación del engendro que adornaba nuestro patio. Con desilusión, ante la imposibilidad de dedicar las 48h de cada fin de semana, fuimos abandonando dicha reparación, dejándola a medio hacer.

Dejar las cosas a medio hacer es el peor error.

Los eurotransmisores somos superhéroes. Como tales, tenemos super-poderes y super-debilidades. En concreto una de mis super-debilidades es el bricolaje y el montar cosas (aunque me haga ilusión emprender estas tareas). Fue un error asumir la tarea de restaurar un trozo de madera carcomida. Y ahora he pagado por ello.

He pagado por ello porque toca cambiarse de piso, y el banco del patio seguía a medio restaurar, y además mañana empiezan las visitas de extraños que van a vivir donde yo he vivido dos años y pico, acompañados por los arrendadores del piso. No podíamos dejar el banco tal y como estaba (hubiera implicado la no devolución de la fianza!!), tampoco tenemos tiempo ni habilidad para restaurarlo. Total, que fuimos a comprar otro.

En esto que ayer visitamos el centro comercial sueco de las afueras donde venden muebles normales en busca de un banco lo más parecido posible al original. No voy a entrar en los tópicos habituales sobre ese lugar, sólo decir que todo es verdad y además va a peor. Enumero los hits del periplo en busca de un banco sustituto a continuación:

1) No encontramos el banco en los expositores.

2) Terminamos encontrándo el banco de casualidad en la zona de almacén y autoservicio, donde los demás se proveían de sillas-blancas-y-negras-que-valen-2-euros-cada-una.

3) El banco en cuestión era más feo que en las fotos de la web.

4) Todos los bancos sustitutos eran de peor calidad que el original, que también era de orígen sueco, de la misma superfície comercial.

5) El transporte es caro y además con la huelga de transportistas nos auguraban una semana de entrega. Nota: lo necesitábamos antes de mañana, que vienen los arrendadores!!!

6) Decidimos llevarlo nosotros a cuestas.

7) En "ese" sitio, aunque compres una bombilla, la caja en la que viene pesa 23 Kg y mide 2 x 4 metros.

8) Cogimos el bus L70 hasta el centro y luego el metro, mi parienta, yo y nuestro guardaespaldas-caja-de-banco-para-exterior.

9) Llegamos a casa hechos polvo y con hiperlordosis. A las tantas de la noche.

10) Cenamos (para coger fuerzas) y afrontamos su montaje.

11) "Esto lo montamos en un momento".

12) 4 horas más tarde, dejábamos el banco en su sitio (el de la foto) con el último paso de montaje inconcluso por imposibilidad.

Moraleja: no hay moraleja. Como la vida misma.


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