miércoles, 19 de diciembre de 2007

Comida de verdad

Uno de los (pocos) aspectos positivos de la época navideña para un Eurotransmisor son las comidas con la família, no por el reunirse y los regalos y ver a aquellos sobrinos que no soportas e ir a comer con tus suegros en su casa y tener que inventarte escusas que te dejen al borde del divorcio, sino porque en estas ocasiones el menú es, digamos, inalcanzable para los de nuestra condición.

La realidad alimentícia de los Eurotransmisores se hace mucho más patente en estas fechas, dónde la ensalada de pasta no es lo más pertinente si tienes invitados en casa. Desgraciadamente, en la mesa de un hogar eurotransmisor no hay sitio para el caldo de pollo artesano, la sopa es de sobre; el jamón serrano viene en lonchas y paquetes de plástico, el cordero asado se convierte en pollo rebozado y la merluza al horno en varitas congeladas, no hay roscón de reyes ni turrones (cuyos precios me parecen increibles), a lo sumo trufas con la marca de una cadena de supermercados estampada en el envase.

Este menú cumple con la premisa más importante, alimenta. Sin embargo, lo artificial de su sabor es más evidente en Navidad, por las alternativas alimentícias que serían las pertinentes y porque el eurotransmisor lleva todo el año con lo mismo. Una cosa os digo compañeros, aprovechad las comidas familiares de estas fechas para degustar platos que no podéis pagar el resto del año, o acabaremos del siguiente modo:



¡Feliz (Comida de) Navidad a todos!

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