viernes, 21 de diciembre de 2007

Conmoción

Ayer lo decía, a ningún Eurotransmisor le amarga un dulce gratuito, pero tampoco hay que pasarse, que si hay algo que caracteriza a los de nuestra condición es mantener el orgullo ante las penurias monetarias.

La Navidad genera en las personas un sentimiento de gratitud hacia el prójimo que lleva a sinsentidos como la siguiente serie:

1. TIENES QUE hacer regalos a tu família y a la gente que te rodea en estas fechas.
2. Como invariablemente vas a compartir fechas señaladas con tu família política, pues también TIENES QUE comprarles objetos.
3. Al no conocer casi de nada a tu família política no hay improvisación ni creatividad posible. Por lo que nos quedamos con lo primero que nos venga a la cabeza que se ajuste con la poca información disponible sobre los destinatarios.
4. Entonces (o algo más tarde) viene la fase de "Espero que te guste", las medias sonrisas forzadas y el abandonar los regalos en aquél espacio del armario que nunca recibe nuestra atención.

Esto es un sinvivir, indudablemente. De todos modos, si algún lector sufre esta situación, el mejor consuelo es pensar que la otra parte (la família política) sufre la misma situación (mal de muchos...). Pese a todo, el resultado de este apurado intercambio puede ser fatal...

Lo que vengo a decir en este post inconsistente es lo siguiente: A mi suegra Catalina le he comprado un par de discos de Lluís Llach (ver punto 3 de la serie anterior) por 44,95 Euros (es que uno de ellos es triple) y que he recibido a cambio? Una conmoción cerebral. Eso y un cheque-regalo de una cadena de tiendas de ropa por valor de 300 Euros.

Ya sé que visto con andrajos, es porque prefiero comer a tener pantalones sin agujeros en las rodillas. Se agradece el regalo, pero 300 Euros es demasiado para que no me duela en el corazoncito de superviviente monetario que tengo. Y es que 100 Euros de cheque es un regalo navideño (vistos los precios, con 100 Euros me podría comprar un pijama), 200 es un obsequio ya excesivo, pero 300... Me parece un donativo velado, además de generar un déficit en mi contra en términos de valor de regalo de 300 - 44,95 = 255,05 Euros que no podré compensar jamás.

No nos engañemos, los regalos que son de obligada realización tienen que ser equivalentes a nivel económico, o traerán muchos problemas con ellos.

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