lunes, 14 de enero de 2008

El oficinista alegre

Hoy es mi primer día de retorno al trabajo tras 15 días de vacaciones. En ojos de un sujeto cualquiera puede verse como un mal día, pero para un Eurotransmisor no lo es. No se alarmen, el exceso de dulces navideños no ha acabado con mi poca cordura, soy más sensato que nunca cuando grito a los cuatro vientos...



¡IR A TRABAJAR SALE MÁS BARATO!



Me explicaré en ejemplos, contraponiendo la rutina laboral versus la vida contemplativa (vacaciones pagadas):

Cortado de máquina = 0,40 Euros vs. Cortado de bar/cafetería = 1,10 Euros.

Agua de máquina = 0,00 Euros vs. Agua embotellada = 0,80 Euros (en el mejor de los casos).

Llamadas a móviles desde el fijo de la empresa = 0,00 Euros < Llamadas a móviles desde cualquier sitio fuera de ella = coste de establecimiento + minutaje.

Más allá de estos ejemplos inmediatos, cabe tener en consideración otros aspectos de coste menos directo, por ejemplo: Las comidas (la ensalada de pasta en TupperWare es mucho más barata de lo que harías en casa con acceso a nevera + cocina, y no digamos si tenemos en cuenta que en vacaciones es más habitual comer fuera de casa). En los días de fiesta, aprovechamos para ir a sitios que nuestra rutina diaria no nos permite, pero ello implica (como mínimo) un mayor coste de transporte. Mientras trabajas estás menos en casa, lo que supone ahorro en luz, agua, electricidad (calefacción, tv, radio, ordenador...).

En resumen, trabajar no está tan mal ya que recibes dos cosas básicas para sobrevivir: 1. Un sueldo 2. Ahorro de oportunidad (no tienes oportunidad de gastar = ahorras). Por ello, hoy soy el Oficinista más Alegre del país.

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