El derecho al ahorro

Esta mañana me he colado en el metro.

Ayer después de comer, robé leche y azúcar de la máquina de café para emular un cortado (sin café).

Después, por la tarde, volví caminando desde casa de mis padres hasta la caja de cerillas en la que resido.

Llevo 93 céntimos en la cartera. 93 céntimos me quedan desde ayer por la mañana para llegar hasta el mes de mayo. Hoy es 30 de Abril y, contrariamente a otros meses, no he cobrado la nómina que creo haberme ganado con sudor y sangre.

A diferencia de otros meses, no es que me queden 93 céntimos en la cuenta corriente, en realidad si aguanto con estos 93 céntimos hasta que la providencia me ingrese la nómina, habé conseguido mi objetivo del mes de Abril: 150 Euros ahorrados.

Y entonces alguien dirá...

¡¡¡Entonces no es tan grave!!!

Es verdad, no es tan grave, porque tengo una red en caso de emergencia. Pero, realmente tengo que sufrir tanto para ahorrar unos míseros Euros cada mes? Acaso no tenemos los eurotransmisores y demás especímenes derecho al ahorro? No hablo de ahorros materialmente imposibles (cobrar 1.000 Euros y pretender ahorrar 800 con un alquiler de por medio NO es factible). Me refiero a ahorros pequeños, que tras unos trimestres de sufrimiento nos permitan algo ahora mismo imposible como un ordenador nuevo, un viaje sin low-cost (and low quality) companies, incluso un mes sin sufrimiento.

En resumen, que me parece deningrante que sea imposible ahorrar cantidades razonables sin tener que vulnerar la legalidad. Pero pienso segui haciéndolo aunque sea un mal ejemplo para la sociedad y para mis hipotéticos hijos y nietos. Y lo hago porque...

¡Exijo mi derecho a ser autosuficiente!

Es más...

¡¡¡Exijo mi derecho al ahorro!!!