miércoles, 23 de abril de 2008

Los niveles de la ilegalidad

Durante la eurotransmisión y más especialmente en el mes del ahorro he aprendido a que ser correcto va muchas veces en contra de ahorrar dinero. No propugno desde esta humilde bitácora el incivismo ni la ilegalidad, pero es cierto que hay ciertos niveles que jamás habría pensado que rebasaría y lo he hecho en este último año, y no me arrepiento. De hecho estoy orgulloso, porque lo he hecho por mi supervivencia y la de los míos.

Por ejemplo, robar.

Robar un banco está mal.

Robar el cambio de una máquina de café no está mal. No es ni robar, es beneficiarse del olvido de otros, si te dejas el cambio en la máquina es tu problema. Además, si robara para hacer el mal tal vez, pero cojer el cambio ajeno de una máquina de café para tomarse otro café es como si el desconocido te invitara, y ¿no es bonito que la gente se invite a cosas entre ellos?



Esto no siempre es así, hay una variable que importa también que es la riqueza del supuesto "ladrón". La regla es muy fácil:

Si el que roba el cambio de una máquina de café nunca se ha preocupado de cuánto vale un café, es robar.

Si el que roba el cambio de una máquina de café se preocupa actualmente de cuánto vale un café, no es robar.

Fin de la lección de hoy, espero que les haya gustado!

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